martes, 18 de junio de 2013


I

Montas en un coche de Scalextric
aceleras a fondo, sin temor a volcar.
Es tu vida de juegos
en tu juego de vida

Atraviesas puentes de madera
montañas de cartón,
Necesitas sentir el viento en la cara,
alejar de tu alma la tormenta
del deseo
de los sueños
de las certezas...

Un ojo al final del túnel
abre la carpa del circo
con un monóculo de sol,
te preguntas si estás en la playa
o en el infierno.

A lo lejos, es aquí
aquí, es a lo lejos

Hace tiempo que ya no cumples años
ni hablas con Él

II

Dios es inútil
sólo existe en la necesidad de los hombres,
Dios es un espejismo
una manta cálida
un traje a medida

El infierno es una dimensión
donde pasea el deseo,
el infierno es el miedo
al infierno,
el infierno es el miedo a sentir
el infierno es una peluca,
un picor
molesto

El cielo es una minifalda hortera
un masaje en el cuerpo
un destino cremoso
una caricia
un abrazo anhelado,
el cielo es una mulata
un jacuzzi
un bocata de jamón

III

En la plaza
una gaviota esparce las vísceras
de un pichón,
la naturaleza no entiende de ángeles
ni demonios,

Dios no mueve las copas de los árboles,
ni al viento...

Te levantas una mañana
en la tierra prometida
y cruzas un continente
de una zancada.
Allí, los coleccionistas de piedras
levantan torres donde colocan sus mesas
para desayunar al alba.

Les alumbra el mismo sol

Vuelves de un salto
indiferente al regreso,
tu amante mamífera
sigue
acariciándose las piernas...

En el bolsillo
una canica dorada
te recuerda la humildad del amor,
a tu chica le regalas tus manos
le regalas tus dudas
tus miedos
y tu determinación

IV

En el bar las copas cuelgan
boca abajo,

Alexis el gordo
ha alumbrado un rebelde

La puta del tercero ya no saca a pasear
su osito de peluche

El hombre invisible se ha pintado
una cruz en el pecho

Los enemigos se olvidan
en tu mundo de yo

El destino es un payaso ridículo,
un tatuaje difuso
con un bolígrafo azul

V

Se ríen de tu inconstancia
en el enjambre,
para el mundo es importante importar

Arrojas con fuerza
tu máscara gregaria,
que vuelve a buscarte
como un bumerán.
Te agachas
acosado
ambiguo

Tu no quieres ser nada

Te encierras unos días
en una caja
donde no da el sol,
sales desnudo
más tarde,
mirando con recelo
tu sombrero protector.
Decides que estás solo
expuesto
ajeno...
tu reflejo encandila
a la nostalgia,
la cercanía a ti
ha dejado de asustarte,
el sombrero rueda, solo
calle abajo
sin que nadie le preste
atención


jose ferraz
25 Mayo 2013